miércoles, 4 de marzo de 2020

Sueño “ESTACIÓN CHAMÁN”


Mi sueño comienza en una noche oscura con luna brillante, en un pantano que al parecer fue drenado pero sigue húmedo, pues me encuentro en un arroyo seco repleto de raíces que salen del suelo como si fueran lombrices de madera contorsionistas, las cuales son de todos tamaños pero permanecen inmóviles, a mis espaldas esta un vehículo todo terreno que ilumina mis camino con sus faroles, yo seguí caminando por varios kilómetros hasta toparme con una cueva espontanea, en ella veía a lo lejos una luz que al principio era diminuta pero luego de varias pisadas ese resplandor se hacía más grande, al salir de la cueva pude apreciar un cielo muy bonito y debajo de este un mar infinito plagado de pequeñas islas, mi visión era desde el cielo hacia abajo por lo cual dichas islas se apreciaban como pedacitos de pan, la distancia era inmensa, cuando de pronto tome vuelo para lanzarme al vacío como si una fuerza me hubiera obligado hacerlo, por eso estaba aterrado durante la caída, sentía el aire golpeándome la cara y mis brazos aleteaban como gallina pero mis piernas parecían serpentinas de papel, conforme caía aquellas islas sobre el mar aumentaban de tamaño por obvias razones, sentí que mi final estaba cerca y mi humanidad se transformaría en puré de tomate, pero a pocos metros la velocidad disminuyo y aterrice levitando hasta que pise una isla, pero su escenografía era de pantano tropical, hacía calor pero con humedad, la arena era blanca como el marfil pero polvosa, había pequeños puentes de madera color canela que conectaban a una isla con la otra, pero eran demasiadas islas por las que yo me paseaba.

Así que camine por varios kilómetros pero no me fatigaba, hasta que llegue a una especie de cantina en medio de aquel pantano, cuando entre había muchas personas con rasgos místicos pero otras con rasgos musicales, aquellos seres mágicos eran como chamanes y curanderos de diversas regiones con peculiares atuendos, sin embargo los seres musicales era minoría quizás eran menos de 10 personas entre ellos había una mujer de cabellos multicolores y un hombre que dominaba una legión de instrumentos, ellos eran muy simpáticos pero me eran muy familiares, podría decir que era una de mis bandas favoritas llamada “JotDog” asi que me llene de alegría al confirmar que se trataba de María Barracuda y Chiquis Amaro, en el mundo real no los conozco tan de cerca solo por redes sociales, pero en esta realidad que soñaba me trataban como un amigo de hace tiempo, quizás porque en el mundo real tenemos amigos en común de alguna manera, luego de saludarlos a los pocos minutos un sujeto con extraña túnica hecha de manta nos llevó unos extraños tarros con algún especie de brebaje, así que supongo que charlaríamos por un buen rato en aquella cantina mística, mágica y musical.


No hay comentarios: